Todos Santos, un circuito turístico que se abre en este feriado de Carnaval
El
Complejo Patrimonial y Circuito Turístico Todos Santos, tras 8 años de trabajo,
abre sus puertas al público
Cuenca
es una ciudad que enamora por su belleza no sólo a visitantes, sino al
habitante que la observa desde la atención que exige por los secretos que se
guarda y esa apertura a degustarlos cuando se camina con la mirada atenta, con
los sentidos dispuestos, con el deseo de ver y sentir a esta ciudad que
pareciera sacada de los textos de Calvino.
Y es
que este valle-ciudad, Patrimonio Cultural de la Humanidad, devela misterios
atesorados desde tiempos ancestrales cuando albergaba a la Tomebamba
cañarí-inca; pasando por las edificaciones coloniales o de estilo colonial en su
majestuoso centro histórico para el cual, el barranco del río Tomebamba, balcón
y ventana de este “valle grande como el cielo”, ostenta una suerte de columna
vertebral en el imaginario del habitante que se sabe “lavado” por nuestros ríos
tutelares.
Y éste
es el entorno en el cual se encuentra el Complejo Patrimonial Todosantos, mismo
que recupera un espacio emblemático de la ciudad dentro de uno de los
escenarios más bellos de la misma. Así, la Iglesia de Todos los Santos encumbra
este proyecto que, tras aproximadamente 8 años de arduo trabajo, se abre al
público como un todo que incluye la Iglesia-museo, el Mirador del río, el
Huerto del Convento, el Restaurante Tradicional, la Panadería de Horno de Leña,
un Salón de Eventos y una Galería permanente. Reseña histórica monumental para
una ciudad que no olvida y que tiene ahora este escenario para refundar la
memoria, encontrando el emplazamiento del antiguo uzhno cañari, posterior
edificación Inca y finalmente ermita española de San Marcos porque, como vemos,
cada cultura que aquí se ha desarrollado sigue sumando sobre un pasado que
ahora, en el Complejo, se nos dibuja presente y continuo.
Un proyecto que embellece y alegra a la ciudad
Cuenca,
ciudad declarada prioridad en cuanto destino de excelencia para el turismo,
necesita proyectos de esta envergadura
Como escritor y fotógrafo he tenido la suerte de recorrer y
observar hasta el enamoramiento los lugares más hermosos que esta parcela de
paraíso llamada Ecuador tiene para ofrecer al turismo local e internacional y
puedo decir que, junto con este “regalito” de trabajar observando y
compartiendo la belleza, tengo la suerte de aprehender nuestra historia que se
plasma en proyectos como el que ahora nos convoca: Todosantos, Complejo
Patrimonial.
Y
es que el circuito Todosantos se encuentra ubicado, no solo en uno de los sitios emblemáticos de la urbe,
sino en una de las cuatro entradas-despedidas del casco histórico-colonial,
antiguos límites de la ciudad y, en su conjunto, expresa una gran parte de la
historia de la cuencanidad, su arquitectura, su herencia artesanal y riqueza
gastronómica ya que, el circuito, comprende todos estos aspectos. Además, el
circuito se ha pensado como un sendero que recorre, en diferentes espacios,
diversos momentos de esta realidad que comienza con la Iglesia-museo en la cual
podemos observar las “ventanas arqueológicas” (3) que son pedazos del piso
hechos con vidrio que permiten observar, en una de ellas, el atrio de la ermita
San Marcos, en la segunda, los cimientos de dicha ermita y, en la tercera, los
cimientos de una casa colonial, todo esto debajo de la actual iglesia; la
pintura mural rescatada por el equipo de restauración a lo largo de las paredes
del edificio, liderado por Ximena Pulla, que encontró la original bajo diez capaz
de pintura, y tesoros como un Cristo, tamaño real, obra de Miguel Vélez.
Junto
a la iglesia encontramos, siguiendo el recorrido, el “mirador del Tomebamba”,
una explanada que encara al barranco y a la zona del Ejido y, más al fondo, la
entrada hacia el Cajas, eterno guarda del valle. Al avanzar el sendero podemos
caminar por el “huerto patrimonial” con cerca de 120 especies de plantas,
aprovechando los microclimas que la variación en la pendiente producen,
obteniendo de ellos plantas ornamentales y medicinales además de los 3 nogales
y el cedro que han sido inventariados como patrimoniales para la ciudad. Siguiendo
la caminata que, aproximadamente dura 45 minutos, llegamos al actual
restaurante, emplazado en donde otrora fuera una parte del convento, en donde
se oferta comida tradicional de fusión que mezcla los sabores de la gastronomía
de la sierra con los sabores y tendencias de la cocina contemporánea. Y es aquí
en donde se puede observar el horno de leña más grande de la ciudad, que sigue
funcionando y en donde se prepara el famoso pan de leña de Todosantos en sus
especialidades como la “rodilla de Cristo”, los “mestizos” y las “quesadillas”,
todos preparados con las recetas originales de la religiosas Oblatas. Cierran
el circuito turístico un salón de eventos, con capacidad para 80 personas, una
panadería y una galería de artesanía en donde se encuentra una muestra de la
más alta producción a nivel local.
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