viernes, 11 de abril de 2014

Todos Santos, un circuito turístico que se abre en este feriado de Carnaval



Todos Santos, un circuito turístico que se abre en este feriado de Carnaval

El Complejo Patrimonial y Circuito Turístico Todos Santos, tras 8 años de trabajo, abre sus puertas al público



Cuenca es una ciudad que enamora por su belleza no sólo a visitantes, sino al habitante que la observa desde la atención que exige por los secretos que se guarda y esa apertura a degustarlos cuando se camina con la mirada atenta, con los sentidos dispuestos, con el deseo de ver y sentir a esta ciudad que pareciera sacada de los textos de Calvino.  

Y es que este valle-ciudad, Patrimonio Cultural de la Humanidad, devela misterios atesorados desde tiempos ancestrales cuando albergaba a la Tomebamba cañarí-inca; pasando por las edificaciones coloniales o de estilo colonial en su majestuoso centro histórico para el cual, el barranco del río Tomebamba, balcón y ventana de este “valle grande como el cielo”, ostenta una suerte de columna vertebral en el imaginario del habitante que se sabe “lavado” por nuestros ríos tutelares.



Y éste es el entorno en el cual se encuentra el Complejo Patrimonial Todosantos, mismo que recupera un espacio emblemático de la ciudad dentro de uno de los escenarios más bellos de la misma. Así, la Iglesia de Todos los Santos encumbra este proyecto que, tras aproximadamente 8 años de arduo trabajo, se abre al público como un todo que incluye la Iglesia-museo, el Mirador del río, el Huerto del Convento, el Restaurante Tradicional, la Panadería de Horno de Leña, un Salón de Eventos y una Galería permanente. Reseña histórica monumental para una ciudad que no olvida y que tiene ahora este escenario para refundar la memoria, encontrando el emplazamiento del antiguo uzhno cañari, posterior edificación Inca y finalmente ermita española de San Marcos porque, como vemos, cada cultura que aquí se ha desarrollado sigue sumando sobre un pasado que ahora, en el Complejo, se nos dibuja presente y continuo. 

 

Un proyecto que embellece y alegra a la ciudad

Cuenca, ciudad declarada prioridad en cuanto destino de excelencia para el turismo, necesita proyectos de esta envergadura



Como escritor y fotógrafo he tenido la suerte de recorrer y observar hasta el enamoramiento los lugares más hermosos que esta parcela de paraíso llamada Ecuador tiene para ofrecer al turismo local e internacional y puedo decir que, junto con este “regalito” de trabajar observando y compartiendo la belleza, tengo la suerte de aprehender nuestra historia que se plasma en proyectos como el que ahora nos convoca: Todosantos, Complejo Patrimonial.

Y es que el circuito Todosantos se encuentra ubicado, no solo  en uno de los sitios emblemáticos de la urbe, sino en una de las cuatro entradas-despedidas del casco histórico-colonial, antiguos límites de la ciudad y, en su conjunto, expresa una gran parte de la historia de la cuencanidad, su arquitectura, su herencia artesanal y riqueza gastronómica ya que, el circuito, comprende todos estos aspectos. Además, el circuito se ha pensado como un sendero que recorre, en diferentes espacios, diversos momentos de esta realidad que comienza con la Iglesia-museo en la cual podemos observar las “ventanas arqueológicas” (3) que son pedazos del piso hechos con vidrio que permiten observar, en una de ellas, el atrio de la ermita San Marcos, en la segunda, los cimientos de dicha ermita y, en la tercera, los cimientos de una casa colonial, todo esto debajo de la actual iglesia; la pintura mural rescatada por el equipo de restauración a lo largo de las paredes del edificio, liderado por Ximena Pulla, que encontró la original bajo diez capaz de pintura, y tesoros como un Cristo, tamaño real, obra de Miguel Vélez.



Junto a la iglesia encontramos, siguiendo el recorrido, el “mirador del Tomebamba”, una explanada que encara al barranco y a la zona del Ejido y, más al fondo, la entrada hacia el Cajas, eterno guarda del valle. Al avanzar el sendero podemos caminar por el “huerto patrimonial” con cerca de 120 especies de plantas, aprovechando los microclimas que la variación en la pendiente producen, obteniendo de ellos plantas ornamentales y medicinales además de los 3 nogales y el cedro que han sido inventariados como patrimoniales para la ciudad. Siguiendo la caminata que, aproximadamente dura 45 minutos, llegamos al actual restaurante, emplazado en donde otrora fuera una parte del convento, en donde se oferta comida tradicional de fusión que mezcla los sabores de la gastronomía de la sierra con los sabores y tendencias de la cocina contemporánea. Y es aquí en donde se puede observar el horno de leña más grande de la ciudad, que sigue funcionando y en donde se prepara el famoso pan de leña de Todosantos en sus especialidades como la “rodilla de Cristo”, los “mestizos” y las “quesadillas”, todos preparados con las recetas originales de la religiosas Oblatas. Cierran el circuito turístico un salón de eventos, con capacidad para 80 personas, una panadería y una galería de artesanía en donde se encuentra una muestra de la más alta producción a nivel local.



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